Abierto 24/7/365

1-844-278-0400

Respiración entrecortada. Latidos cardíacos rápidos. Dolor en el pecho. Sí, todos estos son síntomas comunes que muchos experimentan en momentos de estrés. Pero podrían ser un signo de un problema mucho más grave.

Nunca debes descartar este tipo de síntomas. Y siempre debes consultar a tu médico de atención primaria inmediatamente si comienzas a experimentar cualquier tipo de episodios relacionados con el corazón. Para ayudar a diagnosticar o descartar cualquier posible problema cardiaco grave, tu médico de atención primaria puede remitirte a un cardiólogo para que te realice una prueba de esfuerzo cardiolítica.

La Prueba de Esfuerzo Nuclear, también conocida como Prueba de Perfusión Miocárdica (IPM), es una de las pruebas cardiacas diagnósticas no invasivas más frecuentes. Utiliza un trazador de imágenes para medir el flujo sanguíneo a los músculos del corazón. Puede mostrar si tienes alguna obstrucción o daño cardíaco que afecte al flujo sanguíneo.

Esta prueba puede ser muy beneficiosa y desempeña un papel vital en el diagnóstico y tratamiento de las enfermedades cardiovasculares, incluida la enfermedad arterial coronaria, la principal causa de muerte en Estados Unidos. Veamos con más detalle cómo funciona una prueba de esfuerzo nuclear para diagnosticar y tratar problemas cardiacos.

¿Cómo se realiza una Prueba de Esfuerzo Nuclear?

Antes de comenzar la prueba de esfuerzo, una enfermera o un técnico te pondrá una vía intravenosa en el brazo. Después, te inyectarán la solución radiotrazadora en el torrente sanguíneo. Las células del corazón pueden tardar unos minutos en absorber la solución. A continuación, permanecerás inmóvil en una camilla mientras una gammacámara toma imágenes de tu corazón. En una prueba de esfuerzo nuclear se toman dos series de imágenes: una en reposo y otra en situación de esfuerzo (ejercicio).

Antes de iniciar la prueba de esfuerzo propiamente dicha, una enfermera o un técnico te colocará electrodos (pequeños parches adhesivos) en el pecho. Estos electrodos ayudan a controlar los latidos de tu corazón mediante una máquina de electrocardiograma (ECG). También se controlará tu tensión arterial durante la prueba.

Para la prueba, caminarás en una cinta o montaras en una bicicleta estática. La velocidad y la inclinación aumentarán para que aumente tu frecuencia cardiaca. Continuarás ejercitándote y esforzándote hasta que alcances un objetivo predeterminado establecido por tu médico.

Una vez alcanzada la frecuencia cardíaca esperada, recibirás otra inyección y te tomarán la segunda serie de imágenes de tu corazón. Estas imágenes proporcionan a tu médico una visión detallada de tu corazón cuando se ve obligado a bombear más sangre de lo normal.

¿Qué ocurre si no puedo hacer ejercicio durante la Prueba de Esfuerzo?

Si por algún motivo no puedes realizar actividad física, como en la cinta de correr o en la bicicleta estática, el médico te inyectará un medicamento por vía intravenosa que aumenta el flujo sanguíneo al corazón. Esto imitará de forma segura el efecto que el ejercicio tiene sobre tu corazón. Incluso puedes experimentar efectos secundarios similares a los causados por el ejercicio, como sofocos o dificultad para respirar.

Beneficios de una Prueba de Esfuerzo Nuclear

Las personas con problemas cardíacos conocidos y las que no tienen ninguna afección cardiaca diagnosticada pueden beneficiarse de una prueba de esfuerzo nuclear. La prueba de esfuerzo proporciona a los médicos información importante, como por ejemplo:

  • El tamaño de las cavidades cardíacas
  • La eficacia con la que el corazón bombea la sangre
  • Si hay obstrucciones o estrechamiento de las arterias
  • Si existe algún daño cardíaco

Si aún no te han diagnosticado una enfermedad coronaria, la prueba de esfuerzo ayudará a tu médico a determinar el riesgo de padecer una afección cardiaca en el futuro. Proporciona resultados precisos del estado de tu corazón. Muestra si tienes signos de daño por un infarto no diagnosticado o no detectado u otro episodio relacionado con el corazón. Estos datos permiten a tu médico prescribir las medidas preventivas necesarias para mantener tu corazón sano y bombeando.

Si se te ha diagnosticado previamente una enfermedad cardiaca, los datos obtenidos de una prueba de esfuerzo nuclear pueden mostrar la gravedad de tu afección. Si estás siguiendo un tratamiento, la prueba de esfuerzo medirá tu eficacia. Mostrará si tu tratamiento está funcionando y en qué grado. Tu médico puede entonces utilizar los datos obtenidos para modificar ese tratamiento o crear un nuevo plan de tratamiento de mantenimiento que sea adecuado para ti.

No te demores: hazte revisar el corazón hoy mismo

Por leves que sean tus síntomas, ponte en contacto con tu médico hoy mismo si experimentas algún signo de enfermedad cardiaca. Acidez estomacal, respiración agitada, opresión en el pecho, mareos… Todos ellos pueden ser signos de advertencia de que algo grave está ocurriendo. Casi la mitad de los adultos estadounidenses padecen algún tipo de enfermedad cardiovascular. No merece la pena arriesgarse. Una prueba de esfuerzo cardiolítica puede establecer un punto de referencia y ayudar a controlar su riesgo de enfermedad cardiaca. Además, podría ayudar a evitar que se produzcan daños graves.

Obtén las respuestas, la atención y el tratamiento que te mereces y asegúrate de que tu corazón está lo más sano posible programando hoy mismo una cita con uno de nuestros médicos.

Ir al contenido